* Dijo que cientos de miles de jóvenes aprendieron del fallecido maestro universitario el mejor uso del lenguaje y el habla.
* Alan García recordó que fue alumno de Luis Jaime Cisneros en la Universidad Católica.
* "Él despertaba en los jóvenes la curiosidad y la audacia de leer y pensar literariamente", afirmó.
El fallecido lingüista y filólogo Luis Jaime Cisneros fue un "inmenso y extraordinario maestro de la juventud", sostuvo hoy el presidente Alan García, quien resaltó que, a lo largo de los últimos decenios, cientos de miles de jóvenes aprendieron de él el mejor uso del lenguaje y el habla.
"Quiero rendir homenaje a un gran maestro de la juventud, un gran maestro universitario, pero más que eso, un mentor, un orientador de los jóvenes a lo largo de 60 años", expresó en la ceremonia de entrega del vehículo número 100 mil convertido a gas natural, en el Patio de Honor de Palacio de Gobierno.
Sostuvo que Luis Jaime Cisneros, al cual conoció hace 45 años como alumno suyo de lengua en la Universidad Católica, "nos ha dejado, pero lo importante es que su vida ha dejado decenas de miles o, tal vez, cientos de miles de jóvenes que aprendieron de él el mejor uso del lenguaje y el habla".
"Este filólogo y lingüista no era solamente un técnico del trabajo gramatical, sino, además, un mentor cercano, un maestro, un orientador", expresó.
Recordó que Cisneros era jovial, entusiasta y bromista, y tenía la virtud de enseñar temas difíciles y abstrusos, pero, al mismo tiempo, despertaba en los jóvenes la curiosidad y la audacia de leer y pensar literariamente.
"Los filósofos de este tiempo dicen algo que es muy importante: el límite de mi pensamiento es el límite de mi lenguaje. Tanto manejo bien el lenguaje, tanto pienso mejor, y el que no maneja bien su sintaxis, su gramática, su composición sintagmática como él enseñaba, lamentablemente no maneja bien su pensamiento", comentó.
Además, refirió que Luis Jaime Cisneros era un amante del poeta Góngora y, a lo largo de sus obras, sobre la lengua y el habla, la lengua y el estilo, los trabajos y los días, "dejó huella imborrable en todos nosotros".
Asimismo, destacó que, en su condición de maestro, siempre recibía a los jóvenes de muchas generaciones en su casa como un buen maestro lo hace.
"Él vivió la vida universitaria, la vida cultural y la vida democrática del país intensamente. Aprovecho esta circunstancia para rendir homenaje a mi amigo, a mi maestro Luis Jaime Cisneros", expresó.
El mandatario indicó que el desaparecido maestro recibirá los honores y las honras fúnebres correspondientes a un ministro de Estado en ejercicio, por el enorme legado y la contribución dejada al país.
"Quiero rendir homenaje a un gran maestro de la juventud, un gran maestro universitario, pero más que eso, un mentor, un orientador de los jóvenes a lo largo de 60 años", expresó en la ceremonia de entrega del vehículo número 100 mil convertido a gas natural, en el Patio de Honor de Palacio de Gobierno.
Sostuvo que Luis Jaime Cisneros, al cual conoció hace 45 años como alumno suyo de lengua en la Universidad Católica, "nos ha dejado, pero lo importante es que su vida ha dejado decenas de miles o, tal vez, cientos de miles de jóvenes que aprendieron de él el mejor uso del lenguaje y el habla".
"Este filólogo y lingüista no era solamente un técnico del trabajo gramatical, sino, además, un mentor cercano, un maestro, un orientador", expresó.
Recordó que Cisneros era jovial, entusiasta y bromista, y tenía la virtud de enseñar temas difíciles y abstrusos, pero, al mismo tiempo, despertaba en los jóvenes la curiosidad y la audacia de leer y pensar literariamente.
"Los filósofos de este tiempo dicen algo que es muy importante: el límite de mi pensamiento es el límite de mi lenguaje. Tanto manejo bien el lenguaje, tanto pienso mejor, y el que no maneja bien su sintaxis, su gramática, su composición sintagmática como él enseñaba, lamentablemente no maneja bien su pensamiento", comentó.
Además, refirió que Luis Jaime Cisneros era un amante del poeta Góngora y, a lo largo de sus obras, sobre la lengua y el habla, la lengua y el estilo, los trabajos y los días, "dejó huella imborrable en todos nosotros".
Asimismo, destacó que, en su condición de maestro, siempre recibía a los jóvenes de muchas generaciones en su casa como un buen maestro lo hace.
"Él vivió la vida universitaria, la vida cultural y la vida democrática del país intensamente. Aprovecho esta circunstancia para rendir homenaje a mi amigo, a mi maestro Luis Jaime Cisneros", expresó.
El mandatario indicó que el desaparecido maestro recibirá los honores y las honras fúnebres correspondientes a un ministro de Estado en ejercicio, por el enorme legado y la contribución dejada al país.
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